19901130

0355 Disfrazada con un hermoso semblante

La mala suerte llegó
Hasta mi solitario corazón
Y venía disfrazada
Con unos ojos hermosos
De intenso color de miel
Con una bella cabellera
Del color preciso del oro
Y con unos labios tan rojos
Como la manzana prohibida.
Traía consigo artimañas
Para convencer a mi pasión
De que la amara locamente
Y por ser yo tan incauto
Caí atropelladamente
Y con un gran alboroto
En la enmarañada red
Que tejió a mi rededor.
Pensé equivocadamente
Que no sería nada más
Que una efímera ilusión
Pero era algo más que eso
Era la misma mala suerte
Que se había presentado
A mi solitario corazón
Y venía tan hermosa
Que si no enloquecí
Al mismo momento de verla
Fue porque necesité
Estar cuerdo para amarla,
Pero ella no era nada más
Que la infausta mala suerte
Que venía disfrazada
Con un hermoso semblante.

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