20130310

3656 Un carro de fuego

Lo único que quisiera
Es que de repente apareciera
Un carro de fuego
Como en la escena aquella
Del Profeta Elías
Y que me arranque de cuajo
De esta desasosegante
Agonía.

Porque anoche
Carcoma en mis huesos
Fue el deseo
De fundirme
Entre tus manos,
Y rehacer mi vida
Contigo,
Una rutinaria
Con sus moldes
Y sus delimitadoras
Cornisas.

Que caiga
Sobre mi cabeza
El rayo de Thor,
El electrizante
Relampagueo,
Purificante
De la escoria
Triste
Que me recorre
El interior.

3655 No me dará tiempo

No me dará tiempo.

Aunque me programe
Con sofisticados
Artilugios
De relojería suiza,
No me dará tiempo
Para olvidar
El fabuloso arco de tus cejas,
Mi nocturna caricia
Deslizándose sobre tu pecho,
Tu sonrisa
Como baúl de perlas.

Realmente sospecho que no,
No me dará tiempo.

Tendría primero
Que empezar a hacer
Emerger
El titánico iceberg
De fantasía,
Esta mole gigantesca
De recuerdos,
Que llevo dentro, allá
En lo hondo,
En el abismo profundo,
Esa llamada región abisal
De mis anhelos,
En donde viven
Desmemoriados
Peces sin ojos,
Donde anidan
Recuerdos que emiten
Su propia luz.

Y una vez
En la superficie
Dejar aireados
Los mimos
Uno por uno,
Como esparcidos
En la vía láctea,
Fosforescentes estrellas
En la playa,
Luminosa constelación
De supernovas,
Arena infinita de la mar.

No me dará tiempo.

Ya sé que no me dará
El tiempo.
No me dará el tiempo,
Aunque rija mis pasos
Según las coordenadas
Del mecanismo
De la ilusión,
Antes llegará
El fin de mi propio fin
Sin olvidarme
Del fabuloso arco de tus cejas,
De mi nocturna caricia
Deslizándose sobre tu pecho,
De tu sonrisa
Como baúl de perlas.