19880930

0076 Las apariencias engañan

Le decían que era tan hermosa
Que se creyó ser una rosa
Y después de creerse una rosa
Resultó ser la peor cosa.
Le decían que era tan bella
Que pensó en ser una estrella
Después de pensarse una estrella
Resultó no ser tan bella.
Le decían que era tan preciosa
Que se imaginó ser una diosa
Y después de imaginarse una diosa
Su personalidad resultó espantosa.
Le decían que era tan radiante
Que soñó ser un diamante
Y después de soñarse un diamante
Su arrogancia era repugnante.
Le decían que era tan codiciable
Que se preció de inalcanzable
Y luego de preciarse de inalcanzable
Su orgullo y vanidad eran detestables.
Cubrió mi nombre de vergüenza
Porque padecía una demencia
Causada por la impertinencia
De su alocada inexperiencia
Luego de que se dio cuenta
De que su arrogancia truculenta
No conducía a nada bueno
Solamente hasta el infierno
Quiso apartarse de su camino
Pero era tarde, ya estaba escrito su destino.

Mil veces maldita sea tu soberbia.

0075 Juré olvidarte... pero no dejar de amarte

Sucedió un primero de enero
Juré que iba a olvidarte
En ese momento fui sincero
Pero aun no he dejado de amarte.

Ya hoy se cumplen muchos meses
Desde que airado juré olvidarte
Pero cuando te recuerdo me estremeces
Porque aun no dejo de amarte.

Hoy recuerdo claramente
Que lloré al prometer olvidarte
Aun no te has ido de mi mente
Porque no he dejado de amarte.

Aunque partí a una tierra lejana
Aquella vez que juré olvidarte
Que mi corazón siente pena
Porque no he dejado de amarte.

¡Qué tristeza sentí ese día!
En el que juré olvidarte
Supe que no serias mía
Aunque no dejara de amarte.

Ojalá me hayas olvidado
Aunque yo no pueda olvidarte
Jamas como ahora había luchado
Porque nunca dejaré de amarte.

Eres parte integral de mis razonamientos.

0074 Cegado por un amor de quinceañera

El amor que siento por ella
Es tan grande que no se puede medir
Es más alto que las estrellas
Y tan sublime que no me deja mentir.

Sus ojos me dicen quince años
Y su voz clama femenina
Como ella no he visto desde antaño
Ni nada que parezca su doctrina.

Su cabellera es como la lluvia
Y sus ojos como algo vanidoso
Su piel pertenece a una rubia
Y su corazón, para mí, es hermoso.

Lucharé contra viento y marea
Por obtener todo su amor
Por ella haré lo que sea
Con mucha fe y sin temor.

Su atracción era tan influyente
Que me obsesioné con su belleza
Por ella renuncié a mis gentes
Y realizaré muchas proezas.

Sus ojos eran tan radiantes
Que me cegó su esplendor
Sus pechos eran tan excitantes
Que me sedujo su pudor.

El brillo de sus ojos me cegó
Y el latir de su corazón me conquistó
He aquí un típico enamorado
Que a la vez anda feliz y desgraciado.