19990228

1952 Vulnerable

Soy tan vulnerable a tu caricia
Como lo es un papel absorbente
Ante el agua,
Porque mi piel incandescente
Está a punto de arder
Con el toque de tus manos.
Tu tienes experiencia
En el arte de domar
A los infiernos,
Si incluso los demonios
Que se me desataron por dentro
Al momento en que miraba
Tus ojos esbeltos,
Fueron desechos como el polvo
Que levantan mis sandalias al caminar.
¿De qué nube,
De qué amanecer descendiste,
Qué oleada te trajo hasta mi,
Cómo fue que viniste?.
Porque si me tocas soy capaz
De desvanecerme entre trinos
Como si fuese un gorrión
Que vive perennemente perdido.

1951 La soledad es un perro gigante

La soledad es un perro gigante
Con mandíbulas de fierro,
Que me asusta por las noches
Y me ladra en los sueños,
A cada dentellada que me lanza
Hiere sin contemplación
Mi reino,
Marchita mi calma,
Enceguece mis atalayas
Y entorpece los suspiros
Que me vienen con el alba,
Mis instintos crepitan
Como el carbón poseído
Por el fuego de la nada.
La soledad es un perro gigante
Con mandíbulas de fierro,
Cuando con sus ojos de delirio
Se cierne amenazante
Sobre mis campos tiernos,
Yo tiemblo entristecido
Como mortal poseído
Por los espíritus del infierno.
La soledad es un perro gigante
Con mandíbulas de fierro,
Y la carne que porto en mi cuerpo,
Y el espíritu que llevo en el alma
Son tan vulnerables
A las mordidas fatales
Que me asustan
Por las noches
Y me angustian
En mis sueños de derroche.
Yo quisiera verte llegar
Blandiendo
Cual cid campeador
Un látigo dominante,
Y una silla en tu mano
Cual circense amaestrador,
Para que domines
La letal agobiante soledad
Que oprime mi pecho
Como un caudal de inmensidad.
Ven por favor y domina
La inmensa soledad
Que vaga en mi interior,
Como si fuese lo mismo
Que un perro delirante
Que vaga en la madrugada,
Buscando víctimas insomnes
A quien lanzar sus dentelladas.

1950 Soy del dominio absoluto de tu risa franca

Soy del dominio absoluto
De tu risa franca,
Y de tus labios púrpura,
Y de tu mirada blanca.
Porque cuando vi la ternura
Que provenía de tu alma
Mi piel se me volvió
Una rosa abierta
Y los pétalos
De tus manos desatadas
Hicieron que las norias
De mis labios giraran
A una velocidad tan asombrosa
Que los pétalos
Y el cáliz de mi rosa
Quedaron deshojadas,
Tu has hecho
Que el carrusel de mi vida
Vuelva de nuevo
Con ilusión a andar
Y has hecho que este mar,
Profundo y azul,
Adquiera de nuevo su color
Y las estrellas se iluminen
Con el fulgor de tu mirar.
Por estas razones, mi vida,
Me desvanezco en suspirar
Y me declaro dominio absoluto
De tu risa franca,
De tus labios púrpura,
De tu mirada blanca.

1949 Espejo translúcido

Si yo fuese colocado
Ante un espejo traslucido
Que reflejara el estado
De mi alma,
A través de este espejo
Se podrían ver las nubes
Por el viento empujadas
Dirigidas a ningún lugar.
Se podrían ver las olas
Del mar que atrapadas
Solo baten con furia sin parar.
Y mis ojos ya cansados de estar
En perenne soledad,
Podría verse, si quisieras,
El campo de margaritas
Silvestres y cultivadas
Que posees en tus manos
Acolchadas,
Podría verse, si quisieras,
Cómo dominas las nubes
Al ritmo de tu viento
Bajo tus alas,
Podría verse, si quisieras,
Las inmensas olas de mi mar
Desatadas y colmadas
De la ternura más extrema,
Que posees en tu alma.

1948 Al conjuro de tu nombre

Al conjuro de tu nombre, Priscilla,
Al instante en mi alma
Se desatan, se retuercen y se atan
Los amargos nudos
Ligados desde antaño
Por mi inclemente orfandad.
Puedo traspasar los escaños
Que me impiden ver la gloria,
Yo podría escalar mil peldaños
Hasta remontarme a la aurora,
Podría ordenar sin demora
Que se fuesen con prisa los años,
Yo podría ser dúctil como estaño
Blando, dócil y sin gloria,
Podría sin muestras de euforia
Borrar de mi mente todo daño,
Pero no he podido aprender
A vivir sin ti.
Pueden quitarme el espacio
Necesario para existir,
Hasta arrancarme de un tajo
Mi propia única piel,
Puede ocurrir que mis manos
Las pierda escribiendo poemas,
Pero nunca se verá el dilema
De si te amé, te amo o te amaré.
Porque al conjuro de tu nombre, Priscilla,
Al instante en mi karma
Se liberan, se expanden y se enlazan
Los amargos nudos
Subyugados hace años
Por mi inclemente soledad.

1947 Sobreviviente soledad

Esta soledad me sobrevive
A cada magna constelación
Que he logrado echar a andar
Y como un cid campeador
Sigue en su constante pasear.
Esta soledad se pasea
Como si fuese un Adán
En sus jardines de edén
O como si fuese un pastor
En los campos de Belén,
Y a mi alma deja triste
Y deja triste mi pecho también.
Yo no se que voy a hacer
Con el montón de cielos
Que se desplomó en mi ser
Yo no se que voy a hacer
Con la tormenta de infiernos
Que golpeó contra mi ser.
Qué daría yo por tener
Entre mis labios
La flor de la carne
De tu amor.
Qué daría porque el temor
De amarte al detalle
Fuese menos verosímil
Que el delirio que padezco
Ante el dolor
De esta soledad que sobrevive
A cada magna constelación
Que he logrado echar a andar
Y como un cid campeador
Sigue en su constante pasear.

1946 Disparo fulminante

Yo no soy un ave cantora,
Pero me desvanezco
Entre trinos
Cuando me entregas
El fruto de tu beso.
Yo no soy un ave libadora
Pero parezco
Avecilla que mora entre pinos
Cuando me ofertas
El fruto de tu pecho.
A mi me crecieron los sueños
Como gigantescas raíces
De antiguo baobab,
Mis ramas se esparcieron
Desde el suelo por los cielos
Y entre mis brazos anidaba
La soledad.
Pero el disparo fulminante
Que hicieron tus ojos
A mi árbol,
Hoy reverdeciente
Como vara de Aarón,
Alborotaron en el acto
La hermética progresiva inercia
Que vivía en mi interior.
El disparo fulminante
Que hicieron tus ojos
A mi árbol, hoy floreciente
Hizo que mis ojos
Se poblaran de místicas lunas
Y entre algunas vi anidar
Ese mítico pájaro azul
Que lleva por nombre amor.

1945 Sordera divina

Melancólico y febril,
Pálido y agónico
Mi corazón otrora eufórico
Tirita envuelto en el manto
Del frío desolador,
Yo que tantas veces reía
Hoy gimo lastimero de dolor
Y mi pecho que se infla
Hasta padecer sin control
De insoportables suspiros
Que atosigan mi razón.
Si el dios del trueno se dignara
Y su rayo chamuscara
La escoria
Que me envuelve,
Como un chal parisino
Este alma,
Yo podría liberar
Estos suspiros melancólicos,
Febriles,
Que me tornan pálido
Y agónico,
El corazón otrora eufórico.
Pero parece que Thor
Envuelto entre su nube
No escucha mi plegaria
Que como un globo sube
Hasta la presencia misma
De su alma,
Y esto hace que mi ser
Melancólico y febril,
Pálido y agónico
Tirite envuelto en el manto
Del frío desolador,
Yo que tantas veces reía
Hoy gimo lastimero de dolor
Y mi pecho que se infla
Hasta padecer sin control
De insoportables suspiros
Que atosigan mi razón.

1944 Sábado de melancolía

En esta tarde lluviosa de sábado
Repleto de melancolía
No tengo un arpa ni un laúd
Que me haga compañía.
Solo un vago recuerdo
De tu amor cuando tenía
A mi lado tu caricia
Cálida como luz del día.
Y si ahora me fuera dado
El tener algo de lo que tenía
Yo pediría a mi lado
Tu perfecta compañía.
Tu acostumbraste
El abrigo de mis manos
A la forma precisa de tu ser,
Tu acostumbraste mis huecos
A la luz impoluta de tu piel.
Por eso esta tarde lluviosa
De sábado repleto de melancolía
En que no tengo conmigo
Un arpa ni un laúd
Que me haga compañía,
Sino solo un vago recuerdo
De tu amor cuando tenía
A mi lado tu caricia
Cálida como luz del día.
Que si ahora me fuera dado
El tener algo de lo que tenía
Yo pediría a mi lado
Tu perfecta compañía.

1943 Piedra herida

Yo soy la piedra herida en el desierto
Que se desmigaja por dentro.
Soy el chacal sempiterno
Que vaga desnutrido
Entre las arenas del deseo.
No soy más que leve viento
Cálido del destierro,
Que no es capaz de empujar las nubes
De soledad que cubren
Mis lamentos.
Soy muro de lamentaciones,
Soy endecha,
Soy murmullo de corazones
Que suspiran sin remedio
La nostalgia que produce
Esta carencia de cielo.
Yo quiero que tu caricia restaurante
Cabalgue por todo mi cuerpo,
Y que sanes la heridas
Que tengo abiertas en mi pecho.
Yo quiero que como gigante
Te aparezcas en mi infierno
Y que rescates triunfante
Mi vida que agónica
Parece un desierto.

1942 Mi otro hemisferio

En estos precisos momentos mi cuerpo
Ya no es un cuerpo común
De carne y hueso.
Soy un gigantesco estanque,
Desmesurado embalse,
De adrenalina inflamable.
Y como un masoquista
Quiero que sean tus besos
Los responsables
De la explosión atómica,
De la locura apocalíptica,
De la pasión innombrable
Que posea mi espíritu
Al momento mismo
En que tu cuerpo,
Encendido como si fuese
El lago de fuego
Reservado para los infieles,
Haga colisión instantánea
Con mi cuerpo.
Porque en estos precisos momentos
Mi cuerpo ya no es un cuerpo común
De carne y hueso.
Soy desmesurado embalse,
Portentosa aglomeración
De adrenalina inflamable.
Y como un alquimista
Quiero que sean tus besos
Los responsables
De la conversión utópica,
De la mudanza mítica,
Del arrebato incontable
Que posea mi espíritu
Al momento mismo
En que tu cuerpo,
Encendido como si fuese
La cima incandescente
Del volcán Popocatepetl,
Haga colisión instantánea
Con mi enardecido ser.
Porque en estos precisos momentos
Mi cuerpo ya no es un cuerpo común
De carne y hueso.
Soy colosal torrente,
Desmedido tanque,
Incontenible dique,
De adrenalina inflamable.