19960930

1601 Los inmaculados capullos de mi pecho

Cuando expandas tus hermosas alas
Sobre mis bosques nublados
Y mis húmedas tierras
Yo solo voy a pedirte
Que dejes llover de tu espigado cuerpo
Sobre cada hoja
Y sobre cada pétalo de mi cuerpo
Y quiero
Que por ínfimas que sean las gotas
De tus besos,
Tu desbordes cada uno
De mis encendidos pétalos
Para que sea tu rocío
El maná que apacigüe
El hambre atroz de ti
Que llevo en mis tuétanos.
Quiero que sean las nubes
De tu cuerpo
Las que con ímpetu deshojen
Los inmaculados capullos
De mi pecho.

1600 El corazón del poeta

No son estridentes tambores de hojalata
Ni es el imponente bramido
De Neptuno el dios del mar,
No es la ira trepidante
De Thor el dueño del trueno
Ni es tampoco
La estampida de los caballos
Al galopar.
No es antigua locomotora,
Ni las pisadas
De un gigantesco animal,
No es el sonido de balas de salva,
Ni tampoco metrallas
En tiempos de carnaval,
No es petardo que explota,
Ni dinamita que hurga
En busca de metal,
No es fanfarria aduladora,
Ni el ritmo acompasado
De trompeta imperial,
Es el corazón del poeta
Que bate ilusionado
Cuando se encuentra al lado
De tu alma de percal.

1599 Diosa del aurora

La ilusión de tocarte sin que te esfumes
Es la columna vertebral de mi existir
Porque cada suspiro
Es una agónica brazada
Por tocarte
Y cuando yo te toque…
Te voy a acariciar tan tiernamente
Y a besar cada resquicio de tu ser
Tan apasionadamente
Que esperaré a que tu cuerpo
Se transforme en carne y hueso
Porque la ilusión de tocarte
Sin que te esfumes
Es la piedra angular de mi existir
Porque cada leve palpitar
Del órgano de mi pecho
Está precisamente hecho
Para venerar tu imagen
De diosa del aurora tropical.

1598 Parodia

Y si decido escribir
Todos los poemas del mundo
Y me llegase a faltar la inspiración
De tus labios delgados
Y el salvoconducto de tus manos.
¿Qué será de éste pobre,
Triste, solitario y frío corazón?
Y si decido navegar
Todos los ríos, océanos y mares del mundo
Y no encuentro en ningún rumbo
Tu isla del tesoro
Con el cofre que contiene tu amor
¿Qué será de ésta pobre,
Triste, solitaria y decepcionada ilusión?
Y si decido encender
Todas las Romas, Alejandrías y Atenas
Y no encuentro en tu hoguera
La flama incendiaria
Que sólo me proporcionaría
Tu lujuriosa boca
¿Qué será de ésta lánguida,
Empobrecida, débil e ilusa pasión?
Porque no solo sé
Que no sé nada,
También sé que sin tu mirada
El infierno será una parodia
De la muerte
Que irremediablemente viviré sin ti.

1597 En tiempos de amor

En tiempos de amor
Tu lengua fue a cuerpo
Como estrella fugaz
Que recorre mi firmamento,
Como taladro hiperactivo
Que hurga hasta mis tuétanos
Como sonar submarino que recorre
Las profundidades abisales
De mis deseos,
Como viento recio en el desierto,
Como bola de nieve
Que desciende hasta mis simas,
Como hielo en la Antártida
Que me cubre,
Como aire
Como aurora tropical que me envuelve.
Tu lengua fue a mi cuerpo
Como mar profundo y azul
Como nube errante en mis montañas,
Como caracol
A la ribera de mi mar
Tu lengua fue a mi cuerpo
Como mágica onda expansiva
Que inundó las regiones
Más apartadas
Del país de mi existencia.

1596 Frágiles como pétalos de flor

Tú has sido para mí
Como un devastador tifón
En las tierras de Bangladesh,
Espada de dos filos
Es tu lengua inmaculada
Cuando recorres mi piel.
Por eso al momento mismo
De consagrarte en mi altar
Me indujiste a reconocer en tus pupilas
El hiperparaíso que precisaba mi ser.
Contigo yo puedo volar
Por los etéreos espacios de tu boca
Sin temor a que mis alas
Frágiles como pétalos de flor
Se derritan por el fulgor
De tu incandescente mirar
Porque la revolución de provocan
Tus dedos en mi ser
Es más devastadora que un tifón
En tierras de Bangladesh.

1595 Abismos y cúspides

Yo,
Que no soy batiscafo submarino
Ni globo estratosférico
He tenido el privilegio
De descender y escalar
Los más remotos
Abismos y cúspides
De tu cuerpo.
Porque tu,
Eres un premio a mi paladar,
Un masaje a mis pupilas,
Y refrescante refrigerio
Al caracol de mis oídos
Y a pesar de que no soy
Ave libadora
Yo he podido embriagarme
Con el néctar añejado
De tu ser.
Porque yo,
Que no soy batiscafo submarino
Ni globo estratosférico
He tenido el inmerecido privilegio
De descender y escalar
Los más remotos
Abismos y cúspides
De tu cuerpo.