20020630

2286 Que me hables

El filtro de mi oído
Se ha quedado mudo
O es que tu voz se ha ido
A dormir el sueño profundo
De las estrellas fugaces
Que caen del cielo.
Ellas caen del cielo
Y su rastro
No se ve más…
Pero el eco de tu voz retumba
Detrás de las montañas
Los desiertos y mares,
Se escucha en lo interno
De mi oído medio
Y mis trompas de Eustaquio.
Soy un caracol
Que sin ti se refugia
En su caparazón
Con mis brazos que aun conservan
La forma de espiral
Con la que los estilizaste,
Aun poseo en mi pecho
Una infinitud de escalas
Colocadas hacia el mar,
Es mi cuerpo el hogar
Lleno de ternura
Para tu lengua ermitaña,
Porque fue con tu nácar
Que mi pecho
Se esmaltó por dentro
Y tu rumor de mares
Continúa a murmurarme
Felicidad.
Por eso
Preciso que me hables
Alguna vez en tu vida
Y no esperar
Que el eco de tu voz retumbe
Detrás de las montañas
Los desiertos y mares,
Sino que llegue precisa
Y nítida y conmovedora
Tu voz melodiosa
De nereida silvestre
De tritón de mi mar.

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