19900831

0276 El vértigo de la muerte

Ninguno de los mortales cánceres
De que tiene el hombre conocimiento
Es tan fulminante y dañino
Como lo es tu sonrisa
Porque se ve tan agradable
Como el agua en el desierto
O como un trozo de pan
Ante un naufrago hambriento
Y después de beber tu sonrisa
Se llega al extremo de la locura.
Yo codicié tanto tu sonrisa
Y al tiempo de beberla
Parecía flotar por los aires
Como las hojas de los árboles
Tras el ventarrón de otoño
Pero luego vino el ¡ay!
Cuando me acostumbré a ella
Y tu no quisiste sonreírme.
Empecé a sufrir inenarrablemente
El vértigo de la muerte
Y la desesperación atormentando
Cada segundo de mi existir
Porque carecía de tu sonrisa
Y la única que podía remediarme
Eras solamente tu
Y estabas firmemente decidida
A acabar con mi destino.

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