20070131

2898 Te conjuro a que cuando vengas

Te conjuro a que cuando vengas
Con tu sonrisa oblicua a mirarte
Frente al espejo de mis ojos,
Tus labios se tornen mariposas
Y se posen en cada flor
Del prado de mi espalda.

Que sea la diana de mi boca
El único fin de los dardos de tu alma.

Y que cuando la tristeza se asome
Como perro gigante
Con sus mandíbulas de fierro
Tú te tornes un gigantesco castor
Que decidido devaste
La taiga de desidia
Que me atrapa en su interior.

Que seas manta
En las tardes de mi invierno
Y como sombra de peñasco
En tardes de calor.

Que seas viento de locura
Azotando mi cara.

Te conjuro a que cuando vengas
Con tu sonrisa oblicua a mirarte
Frente al espejo de mis ojos,
Tus labios se tornen mariposas
Y se posen en cada flor
Del prado de mi espalda.

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