20181101

2018.11.01 4176 Como quien cruza omnipotente el río Rubicón

Así inició la hora del placer,
envueltos en la aurora placentera,
en la mágica aura,
en la cómoda magia del querer.

Y nos fuimos invictos y vencedores,
como quien traspasa omnipotente el río Rubicón.

Hasta que vuelvas triunfante
en tu nimbo plateado
y al toque de tus trompetas
yo sucumba
nueva vez a tu candor.

Así terminó la hora del placer,
envueltos en la aurora placentera,
en la mágica aura,
en la cómoda magia del querer.

Y nos volvimos invictos y vencedores,
como quien cruza omnipotente el río Rubicón.

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