Yo llevaba una antorcha,
Cual estatua de la libertad,
Y en mi pecho guardaba una llama
Similar a la fosforescencia
Que tiene en las noches la mar.
Mi sonrisa irradiaba una cálida serenidad.
Hasta que la secuencia
De tus cometas
Paró de trazar mi senda
Y el meandro de tus ríos
A mi vera dejó de pasar.
Yo portaba un farol,
Cual coloso de Rodas,
Y en mi resplandecía un destello
Comparable al que en el cielo
Pinta la aurora boreal.
En mi cara se notaba el reinado de la paz.
Hasta que el eco de tus planetas
Dejó de resonar en mi atmósfera
Y el circuito de tus lunas
Por mi órbita cesó de girar.
Yo sostenía una linterna luminosa,
Similar a la pila de Bagdad,
Y en mi alma resguardaba
La iridiscencia fractal
De las mariposas y su aletear.
Mi cuerpo era gobernado por la serenidad.
Hasta que la sinfonía de tus olas
Paró de sonar en mi océano
Y la migración de tus nubes
En mi cielo dejó de danzar.
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