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20190731

4290 El poder del poltergeist

Anhelo algo como un tsunami,
Un ciclón, un temblor,
Que se licuefaccionen
Bajo mis pies tus palabritas,
Que te me desprendas del pecho
Como Ícaro de alas perdidas
Que cae al profundo océano
Y se pierde entre las ondas de mi recuerdo
Hasta desvanecerse de mi corazón.

En realidad, lo que yo quisiera
Es el poder del poltergeist
Para remover con la fuerza de mi psique
Estos escombros de Hiroshima
Que quedaron formando
Una desasosegante costra sobre mi piel.

Sobre la dermis de mis sentimientos
Tú eres célula que agoniza boquiabierta,
Y te tengo que remover.

Por eso es que yo quisiera
El poder del poltergeist
Y sacudir con la fuerza de un huracán
Estas vetustas ramas muertas
Que me cuelgan como caedizos cotiledones
Insomnes en las veredas de mi corazón.

Sobre la nube de mis pensamientos
Tú eres yesca que reposa muerta,
Y te tengo que remover.

Para ello yo quisiera
El poder del poltergeist
Y raer con la potencia de un maremoto
Estos despojos de Nagasaki
Que hiciste marchitar con tus fríos
Ocultando las luces de mi sol.

20181027

2018.10.27 4156 Desde mi ápice a mi envés

Yo soy una flor perenne
Que surgió en tu jardín.

A mi alrededor crecieron
Yerbas, cardos y espinos,
Pero ninguno en mi camino
Me distrajo o me hizo desistir
De cuidar tus pétalos,
De proteger tu rocío,
De defender tus verdes.

No hubo flor que alcanzara
La iridiscencia
De tus pétalos
Ni que se opusiera a tu candor.

Ahora que eres
El sostén de mis peciolos
El perfume de mi dermis,
El pensar entre mi sien.
Hoy soy tuyo
Desde mi ápice a mi envés.

20180804

2018.08.04 4023 Ese momento en que tus palabras

Ese momento en que tus palabras
Son un bálsamo que me unge
La dermis y los sentidos,
Es el momento en que transito
Por las autopistas placenteras
De la embriaguez.

Viajo a la velocidad del éter,
En simultaneidad con las ondas
De los lúmenes que me llenan
De deleite y exaltación.

Y no necesitas una perorata
O el discurso conmovedor
De lenguas inflamadas de poder,
Ni proclamas que enardezcan
El universo y su centro.

No precisas de arengas
Que remuevan los ánimos,
Ni de oratoria diseñada
Para las masas conmover.

Basta con que me digas:
¿En qué estás?
Y yo responda:
Aburrido en casa, ¿y tú?