La distancia Se metió entre nosotros Como una cuña Entre dos antiguos Mosaicos griegos, Separando los adoquines De los palacios De nuestro imperio.
Desmanteló Nuestra litera, Que en un tiempo Fue similar A la de la reina de Saba.
Como su palanca de Arquímedes, Fue removiendo tu luna y mi sol, Hizo girar En torno a un núcleo de nada, Nuestras pléyades y nuestro orión.
El espacio crece Como yerba en el patio Del rey Nabucodonosor, Y la locura me aparta, He perdido el apetito, Giro y gimo sin control.
La distancia se inserta Entre nuestros cuerpos, Como un tornillo abriendo espacio, Aprieta como un torniquete. Asfixia como una bolsa de plástico, El oxigeno nos retiene.
La distancia sirve para hender Escindir, separar, desunir Nuestros días, Nuestra alianza.
Perdimos nuestro punto de apoyo, Se ha ido la ilusión.
Y hoy, sin jactancia, Contemplamos desde cada borde, Cómo se separa el mar rojo, Al dictado de tu voz.