Como el flujo de un río entre las rocas
Quiero que nuestros besos
Ultrapasen los obstáculos
Impuestos por la vida,
El cosmos, el hado, dios.
Y con los besos
Que nos sobren
Construyamos torres
De marfil erigidas
Frente al mar,
Para que desde
Los siete rincones
Del planeta
Se puedan divisar
Las flores de nuestra pasión.
Que no insistan en frenar
Nuestros mimos, caricias y ternuras.
Que no insistan en vetar
Nuestro frotar de carnes,
Nuestro rozar de lenguas.
Quiero que como el flujo
De un río entre las rocas
Nuestros besos ultrapasen
Los obstáculos impuestos
Por la vida, el cosmos,
El hado, dios.
Amar es traducir —traicionar—. Nostálgicos para siempre del paraíso antes de Babel. - Cristina Peri Rossi
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20181123
20180508
2018.05.08 3927 Las nubes hicieron el símil
Ya se sabe que en el principio
Creó Dios los cielos y la tierra
Y que el tiempo desenrolló
Sus instantes sobre la capa
Que forma la atmosfera.
Hoy al amanecer
Las nubes hicieron el símil
En una compacta manada
De mansas doradas ovejas.
Son nubes de primavera.
Pasto de cristales de nieve,
Gotas de agua microscópicas
Se desplazan sobre mi cabeza.
Así por la fuerza centrípeta
Del latido de tu corazón
Se me agolparon los sentimientos
En el prado de mi interior.
Fueron acumulándose instantes,
Los minutos, las cosas,
Al pasar raudas las horas
El día sideral traspasará sin dudas
El lugar a una semana,
Los años se irán acumulando
Y otros tipos de nubes
Debutarán en el cielo,
Sin embargo el destello
De tus ojos mirándome
Justo antes del amanecer
Permanecerá inamovible
Como los cimientos de la mítica
Nueva Jerusalén.
Creó Dios los cielos y la tierra
Y que el tiempo desenrolló
Sus instantes sobre la capa
Que forma la atmosfera.
Hoy al amanecer
Las nubes hicieron el símil
En una compacta manada
De mansas doradas ovejas.
Son nubes de primavera.
Pasto de cristales de nieve,
Gotas de agua microscópicas
Se desplazan sobre mi cabeza.
Así por la fuerza centrípeta
Del latido de tu corazón
Se me agolparon los sentimientos
En el prado de mi interior.
Fueron acumulándose instantes,
Los minutos, las cosas,
Al pasar raudas las horas
El día sideral traspasará sin dudas
El lugar a una semana,
Los años se irán acumulando
Y otros tipos de nubes
Debutarán en el cielo,
Sin embargo el destello
De tus ojos mirándome
Justo antes del amanecer
Permanecerá inamovible
Como los cimientos de la mítica
Nueva Jerusalén.
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