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20181228

2018.12.28 4254 Puede sonar muy bonito en las epopeyas del judeocristianismo

Esto de darse sin medida
Puede sonar muy bonito
En las epopeyas del judeocristianismo.

Pero luego de recorrer
Las montañas más profundas,
Los valles más resecos,
Los pantanos, las tundras,
De medir la tierra y su anchura.
Luego de testear toda la flora,
De contar cada espécimen
De aladas aves,
Luego de llorar a mares.
Luego de hurgar, de reptar, de fingir,
Al final del tiempo del gemido,
Cuando ya se han agotado mis matices
Cuando se ha ennegrecido mis arcoíris,
Cuando mi nube ha sido disipada,
Cuando mi árbol ya se desarraigó,
¿A dónde va a parar mi solitario corazón?

Esto de darse sin medida
Puede sonar muy bonito
En las epopeyas del judeocristianismo.

20180504

2018.05.04 3923 Mordimos estambres y pistilos

Me poblaste de tus raíces
En los valles y en mi cama.

Mordimos estambres y pistilos.

Enlabiaste mis flores con saña.

Tus ramas llegaron a rozarse
En lo interno de mi alma.

Como el templo de Angkor Wat
Me sentí constreñido por dentro
Cuando iniciaste la expansión
De tu flora en mis montañas.

Fuiste planta pionera
Que empezó colonizando
Con gramíneas y arbustos
La liturgia de mis horas.

Mis maitines y laudes
Fueron llenos de tu savia.

En la prima, tercia y sexta
Inauguraste el proceso
De la sucesión ecológica
De mi pena a mi calma.

En la hora nona y en la víspera
Cambiaste mi lamento en baile.

En las completas mis yerbas
Sustituiste por cañas,
Mis gramíneas por arbustos,
Me sedujiste con tus mañas.

Me poblaste de tus raíces
En los valles y en mi cama.

Mordimos estambres y pistilos.

Enlabiaste mis flores con saña.