Honestamente
Yo quería
Seguir el postulado
De Ricardo Reis
Y vivir
Sin pasiones
Que me hicieran
Mover demasiado
Rápido los ojos.
Pero el universo
Matemático,
Aritmético,
Geométrico,
Algebraico,
Trigonométrico,
Decidió
Intersectar
El círculo de traslación
De mis pies
Y el círculo de traslación
De tus honduras.
Fue una tarde soleada
Frente al azul
Y yo quedé
Herido de muerte.
Como en La Venganza
De Alfonsina Storni
Yo pasé
Incauto por tu verdor
Y mi pie
Trastabilló
En la boca del pozo
De la ilusión.
Aun hoy
Miles de soles después
Inevitablemente
Mis ojos giran
Como los ojos
De los camaleones
De Madagascar.
Amar es traducir —traicionar—. Nostálgicos para siempre del paraíso antes de Babel. - Cristina Peri Rossi
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20180129
20030831
2507 En el atolón de tu ombligo
Yo quiero perderme entero
En el atolón de tu ombligo
Como si fuese Alfonsina Storni
Perdida en su delirio.
Abandonarme al placer
Sensual
De besar tu vientre
Hasta verte reverdecer
Lo mismo que si fueses
La vara de Aarón.
Y perderme
Sin brújulas
Ni estrellas
Ni astrolabios
En tus bosques nublados
Hasta morir de belleza
Poseído.
Hasta que me sacie de comer
Como si fuese manatí antillano
De tu pradera marina
De talasia.
Lo que quiero es perderme entero
En el atolón de tu ombligo
Como si fuese Alfonsina Storni
Perdida en su delirio.
En el atolón de tu ombligo
Como si fuese Alfonsina Storni
Perdida en su delirio.
Abandonarme al placer
Sensual
De besar tu vientre
Hasta verte reverdecer
Lo mismo que si fueses
La vara de Aarón.
Y perderme
Sin brújulas
Ni estrellas
Ni astrolabios
En tus bosques nublados
Hasta morir de belleza
Poseído.
Hasta que me sacie de comer
Como si fuese manatí antillano
De tu pradera marina
De talasia.
Lo que quiero es perderme entero
En el atolón de tu ombligo
Como si fuese Alfonsina Storni
Perdida en su delirio.
20010331
2099 Pegaso
Dolorosas alas blancas
Iban saliendo al caballo blanco
Sin saber que eran alas
Sin saber que era un pegaso
Y cuando un día el instinto
De volar le colmó el paso
Jinete del viento
Se tornó.
Así mismo
Habita en mi campiña interior
Una sensación
De libertad absoluta,
De emancipación.
Yo que soy el único experto
De mí mismo
Declaro que no hay
Ninguna regla que me sujete.
Cuando vuelvas de tu nube
Ya me habré ido
Con el mar
Junto a Alfonsina Storni
Junto al mítico Simbad,
En busca de mi destino,
De mi inalienable libertad.
Iban saliendo al caballo blanco
Sin saber que eran alas
Sin saber que era un pegaso
Y cuando un día el instinto
De volar le colmó el paso
Jinete del viento
Se tornó.
Así mismo
Habita en mi campiña interior
Una sensación
De libertad absoluta,
De emancipación.
Yo que soy el único experto
De mí mismo
Declaro que no hay
Ninguna regla que me sujete.
Cuando vuelvas de tu nube
Ya me habré ido
Con el mar
Junto a Alfonsina Storni
Junto al mítico Simbad,
En busca de mi destino,
De mi inalienable libertad.
19990131
1935 Caracolas
El viento simula vírgenes olas
Sobre la verde yerba silvestre
Y tu cuerpo de amapola
Simula una caracola,
Una sirena durmiente.
En tu cuerpo las caracolas
Han instalado un jardín
De coloridas corolas,
En las que quisiera perderme
Como si fuese aviador
Que precipitado se enrola
Con el mar, con el abismo,
Que se estrella en el farallón
Y que sin respiro se pierde
Entre la bruma de tu amor.
Yo quiero anclar,
Cual Alfonsina,
Mi morada en las caracolas
De tus labios,
Yo quiero atarme,
A tu dulzura benigna.
Enroscarme cual caracol
En tu corola divina,
Beber sin saciarme de tu amor.
Sobre la verde yerba silvestre
Y tu cuerpo de amapola
Simula una caracola,
Una sirena durmiente.
En tu cuerpo las caracolas
Han instalado un jardín
De coloridas corolas,
En las que quisiera perderme
Como si fuese aviador
Que precipitado se enrola
Con el mar, con el abismo,
Que se estrella en el farallón
Y que sin respiro se pierde
Entre la bruma de tu amor.
Yo quiero anclar,
Cual Alfonsina,
Mi morada en las caracolas
De tus labios,
Yo quiero atarme,
A tu dulzura benigna.
Enroscarme cual caracol
En tu corola divina,
Beber sin saciarme de tu amor.
19981031
1858 Alfonsina
A Alfonsina Storni en el 60 aniversario de su partida al mar en busca de estrellas
(25 de octubre 1998).
Una flor con su corola
Se quitó sus pétalos vencidos,
Un día como hoy entre la ola
Con el mar como vestido.
Hoy no me puse frente al mar
Pero a sesenta años de tu luz
Me ha llegado el susurrar
De dos palabras en tu cruz.
Que tus dedos se extiendan
Hasta que puedas cortar estrellas
Y que sigas por la senda
De los pecesitos y su huella.
Tengo el gran presentimiento
De que has de ser eterna
Porque veo tu sentimiento
Renacer como flor tierna.
(25 de octubre 1998).
Una flor con su corola
Se quitó sus pétalos vencidos,
Un día como hoy entre la ola
Con el mar como vestido.
Hoy no me puse frente al mar
Pero a sesenta años de tu luz
Me ha llegado el susurrar
De dos palabras en tu cruz.
Que tus dedos se extiendan
Hasta que puedas cortar estrellas
Y que sigas por la senda
De los pecesitos y su huella.
Tengo el gran presentimiento
De que has de ser eterna
Porque veo tu sentimiento
Renacer como flor tierna.
19950430
1418 Como las marismas de Bangladesh
Si yo hubiese sido Alfonsina Storni,
Te juro por mi misma diestra,
Que mis mejores poemas
Los habría escrito para ti.
Porque yo me he sumergido
Irrecuperablemente, Priscilla,
En lo hondo de tu mar.
Y ya el aliento no me basta
Para decir otra cosa
Que no sea con el fin
De agradarte, Priscilla,
Porque tu me has invadido,
Como las marismas
Invaden las costas de Bangladesh.
Y como si fuese en un pantano,
O entre arenas movedizas,
Me he hundido en el delirio
De adorarte, Priscilla
Con una convicción tan irredimible
Que después no sabré qué hacer,
Con el resto de vida que me sobre
Después que me consuma
El fuego de tus ojos,
Como si fuese un incendio
Entre la hierba seca,
Porque yo quedé fascinado
Por las estrellas que caían
De tus cabellos, Priscilla,
Como si fuesen lo mismo
Que la espuma deshecha
De la mar.
Te juro por mi misma diestra,
Que mis mejores poemas
Los habría escrito para ti.
Porque yo me he sumergido
Irrecuperablemente, Priscilla,
En lo hondo de tu mar.
Y ya el aliento no me basta
Para decir otra cosa
Que no sea con el fin
De agradarte, Priscilla,
Porque tu me has invadido,
Como las marismas
Invaden las costas de Bangladesh.
Y como si fuese en un pantano,
O entre arenas movedizas,
Me he hundido en el delirio
De adorarte, Priscilla
Con una convicción tan irredimible
Que después no sabré qué hacer,
Con el resto de vida que me sobre
Después que me consuma
El fuego de tus ojos,
Como si fuese un incendio
Entre la hierba seca,
Porque yo quedé fascinado
Por las estrellas que caían
De tus cabellos, Priscilla,
Como si fuesen lo mismo
Que la espuma deshecha
De la mar.
19920731
0746 Como si fuese el profeta Jonás
Si tu sexo fuera el mar
Entonces quisiera ser
Alfonsina Storni.
Porque la única cosa
Que ha meditado mi espíritu
Desde el día que te conocí,
Es amarte con el ansia
De un sediento beduino
A la ribera de un oasis
Y si un día cualquiera
Me dejas navegar
En la tranquila vastedad
De tu piel femenina,
Cerciórate de atarme
A la mampostería de tus pechos
Para que mi alma
No perezca de placer
Con la genuina dulzura
De tu cuerpo.
Porque si tu sexo fuera el mar
Entonces quisiera ser
Alfonsina Storni,
Para sumergir mi cuerpo
En la inocencia dormida
De tu ser
Y si se levanta impetuosa
Una tormenta en tu cuerpo
Deja que el destino
Me lance hasta tu mar
Como si fuese el profeta Jonás
Y verás como se calma
La vorágine escandalosa
De tu femenina piel.
Porque si tu sexo fuera el mar
Entonces yo quisiera ser
Alfonsina Storni.
Entonces quisiera ser
Alfonsina Storni.
Porque la única cosa
Que ha meditado mi espíritu
Desde el día que te conocí,
Es amarte con el ansia
De un sediento beduino
A la ribera de un oasis
Y si un día cualquiera
Me dejas navegar
En la tranquila vastedad
De tu piel femenina,
Cerciórate de atarme
A la mampostería de tus pechos
Para que mi alma
No perezca de placer
Con la genuina dulzura
De tu cuerpo.
Porque si tu sexo fuera el mar
Entonces quisiera ser
Alfonsina Storni,
Para sumergir mi cuerpo
En la inocencia dormida
De tu ser
Y si se levanta impetuosa
Una tormenta en tu cuerpo
Deja que el destino
Me lance hasta tu mar
Como si fuese el profeta Jonás
Y verás como se calma
La vorágine escandalosa
De tu femenina piel.
Porque si tu sexo fuera el mar
Entonces yo quisiera ser
Alfonsina Storni.
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