Así inició la hora del placer,
envueltos en la aurora placentera,
en la mágica aura,
en la cómoda magia del querer.
Y nos fuimos invictos y vencedores,
como quien traspasa omnipotente el río Rubicón.
Hasta que vuelvas triunfante
en tu nimbo plateado
y al toque de tus trompetas
yo sucumba
nueva vez a tu candor.
Así terminó la hora del placer,
envueltos en la aurora placentera,
en la mágica aura,
en la cómoda magia del querer.
Y nos volvimos invictos y vencedores,
como quien cruza omnipotente el río Rubicón.
Amar es traducir —traicionar—. Nostálgicos para siempre del paraíso antes de Babel. - Cristina Peri Rossi
Mostrando las entradas con la etiqueta nimbo. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta nimbo. Mostrar todas las entradas
20180820
2018.08.20 4039 Fue una fuerza mayor. Me subyugaste
Era seguro:
Llegaría tarde.
Esto de entrar y salir
De forma predecible
A un rutina diaria,
A una hora fija.
Pasé velozmente
Frente a ti.
Pero me detuve a mirarte.
Fue una fuerza mayor.
Me subyugaste.
Caminabas
Sobre un nimbo,
Entonces se dio en mí
Ese girar de cabezas,
Como giran las cabezas
Los búhos,
Este contorneo de ojos,
Como contornean los ojos
Los camaleones,
Aquel aguzar de miradas,
Como aguzan sus miradas
Las moscas.
Nunca te enteraste
Pero fue
A partir de entonces
Cuando se dispersaron
Las colonizadoras palomas
Que formaban en torno a mí,
Bandadas infinitas de nostalgia.
Pasé velozmente
Frente a ti.
Pero me detuve a mirarte.
Fue una fuerza mayor.
Me subyugaste.
Llegaría tarde.
Esto de entrar y salir
De forma predecible
A un rutina diaria,
A una hora fija.
Pasé velozmente
Frente a ti.
Pero me detuve a mirarte.
Fue una fuerza mayor.
Me subyugaste.
Caminabas
Sobre un nimbo,
Entonces se dio en mí
Ese girar de cabezas,
Como giran las cabezas
Los búhos,
Este contorneo de ojos,
Como contornean los ojos
Los camaleones,
Aquel aguzar de miradas,
Como aguzan sus miradas
Las moscas.
Nunca te enteraste
Pero fue
A partir de entonces
Cuando se dispersaron
Las colonizadoras palomas
Que formaban en torno a mí,
Bandadas infinitas de nostalgia.
Pasé velozmente
Frente a ti.
Pero me detuve a mirarte.
Fue una fuerza mayor.
Me subyugaste.
20180517
2018.05.17 3936 Como si fuésemos patinadores sobre el gélido lago Baikal
Lo único
Que me salva
Es que vengas
En tu nube
Imponente
Y gris plateada,
Con tu ramita
De olivos,
Tu nimbo
De laureles,
Y tu curvilínea boca
Sensual
Y apasionada.
Y que unjas
Con tu lengua
De arcángel errante,
Esta taiga siberiana
En la que se ha convertido
Mi alma desasosegada.
Que dejes galopar
Tus manos salvajes
En las praderas
De yerbas marinas
Y algas palustres
De mi cama.
Sin fingir.
Sin demostrar.
Sin desconfiar.
Solo ir deslizándonos
Progresivamente
Como si fuésemos
Patinadores
Sobre el gélido
Lago Baikal.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)