Vas generando
Oleadas de placeres
A medida que te desplazas
Por el gradiente altitudinal
De mi vida.
Todas tus semillas esparcidas
En mi tiempo de ferias
Han visto la luz.
Tras el rastro de tu estela
Reverdecen dentro de mí,
Aquella vara de Aaron,
Aquel valle de huesos secos,
Que llevaba como un lastre
Al costado de mi barca.
Lo que estaba a la frontera,
Cerca de mis marcas,
A la vera de mis cercas
Y mis vallas.
Lo que consumía mi éter,
Lo que diluía mi savia.
Hoy tus raíces han llegado
Al corazón de mi médula.
Y mientras que despacio vas errante
Por la superficie de mis aguas,
Vas generando oleadas de placeres
A medida que te desplazas
Por el gradiente altitudinal de mi alma.
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