El relámpago de la atracción
Y el eclipse del pudor
Intersecaron mis huecos huesos
Cuando tú, como un bólido
Que atraviesa Tunguska,
Te cruzaste como por azar
Por mi camino.
Quedé rendido
A la tormenta magnética
Con la que agitabas
Tu torbellino.
El estallido íntimo
Que se registró en mi corazón
Inició una nueva tierra
Y un nuevo sol.
Yo viví el magnetismo velado
En tu sonrisa,
Un centelleo discreto,
Una fusión oculta.
Me quemó la chispa
Reservada
Que cayó en mis yerbas secas
Como si nada.
Todo fue una embriaguez
Eclipsada,
Atracción sombría,
Un fulgor encubierto,
Secreto relampagueante
Cuando te acercaste a mi vida.
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