La tarde de tu borrasca
Todo estaba en ansias
En el cuerpo mío.
El tibio color naranja
Del atardecer
Maduró mi carne,
Calentó mi pecho sombrío.
Tu olor a mandarinas
Maceró mi vida
En el ocaso del día.
Esta noche
En medio de tu huracán
Todo serán avideces
En el alma mía.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario