Mis aguas están calmadas
Cuando me das de beber
De tu mirada.
Pero cuando me falta
La luz que proyecta
Tu dulce aura,
Soy una tromba marina,
Una rabia sostenida,
Una ráfaga desenfrenada.
En este momento,
Cuando mis lagunas inmóviles
Por la amargura son agitadas,
Asciendo la escala de Beaufort
Desde la calma hasta la borrasca.
Y si llego a tener la certeza
De que esta noche no estarás,
Me poseerá el dios huracán
Hasta devastarme con su ira.
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