Ahora soy un sediento desierto
Y tú llevas en todo tu cuerpo
Todas las gotas de lluvia y de rocío.
Yo necesito ver la estrella
De la mañana esplender
Ante mi línea de horizonte.
Para aletear ingrávido
Como un colibrí.
Y que de mi garganta
Salga el gorjeo
En forma de palabras extrañas
Que me hagan explicar
La consubstanciación
De tu ternura
Y de cómo se configura
Tu beso en el molde
De mi armonía.
Que entre trinos pueda decir
Cómo se corporeiza
El sentimiento en mi pecho
Cada vez que te entrego
Mi humano corazón.
Balbucear sobre la mágica
Eucaristía que se vuelve
Cuando tu cuerpo y mi cuerpo
Rozan el placer.
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