Ni siquiera esperé
Que me llamaras
Y ya estaba de camino hacia ti
Junto a mi innumerable legión
De ángeles y demonios
Como una lluvia ligera,
Con mi cinturón de asteroides,
La cola de mi cometa,
La estela de mis pasos
Fue desatando los lazos
En mi apresurada carrera
Hacia tus brazos,
Veloz dejé el trazo
De un millón de estrellas.
Mis pies tartamudean
Y en torpeza vacilan
Por la ingravidez
Con que impregnas
Mi cuerpo
Cuando tu delicia
Se anuncia
Ante mis ojos
Como una revelación divina.
No soy
Corredor Rarámuri,
Ni maratonista olímpico
De Kenia.
Pero ni siquiera esperé
Que me llamaras
Y ya estaba de camino hacia ti
Junto a mi innumerable legión
De ángeles y demonios
Como una lluvia ligera,
Con mi cinturón de asteroides,
La cola de mi cometa,
La estela de mis pasos
Fue desatando los lazos
En mi apresurada carrera
Hacia tus brazos,
Veloz dejé el trazo
De un millón de estrellas.
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