En el trayecto,
Yo fui la zarza
Ardiente
Que ante el profeta
No se consumía
Cuando vi tu cuerpo
Esbelto
Abordando el carro
De mi epifanía,
Quise comer
La amanita muscaria
Con que vestías
Tu cuerpo
Y acceder al instante
A la divina gracia
De tu eucaristía
Pero solo fue un transecto,
Un trozo del trayecto
En el que coincidimos
En el tráfico de la vía.
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