Ya que estás en eso de olvidar
Por qué no olvidas
Esa estrella que juntos
Solíamos mirar,
Por qué no omites
Y decides enterrar
La lluvia de labios y caricias
Que de mi pecho trastornado
Siempre te dejé en cada palpitar.
Ya que estás en eso de olvidar
Porque no silencias
Los continuos latidos
Del corazón dibujado en el árbol
Por mis manos enardecidas de placer.
Ya que estás en eso de olvidar
Por qué no destierras y confinas
Cada una de las miradas
Que me diste al caminar
Con tu cuerpo de escultura griega
Que me hacía delirar.
Ya que estás en eso de olvidar
Por qué no proscribes y acallas
Los centenares de versos
Que en mi atolondrado delirio
Te solía recitar,
Destierra con un golpe certero
Cada una de las palabras
Que como mago extraviado
En mi delirio de hombre enamorado
Te decía para permanecer
En tu memoria
Como elefante que no puede olvidar.
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