Enlábiame como la tarde aquella,
La tarde endémica en que te amaba,
Como si yo fuese la piel,
Segunda,
De tu alma.
Yo deseo que hurgues,
Que escarbes, que remuevas,
Que busques, que profundices,
Que sondees, que rebusques,
Que examines y escrutes en lo hondo
De mi alma devastada
Para que descubras
Los continentes perdidos
De la Atlántida
Y que tus labios como batiscafo
Desciendan a lo profundo
De mi ser que te ama.
Cómo es que voy a decirte
Que quiero que te instales en mi ser
Como si fueses rémora
Al borde de un pez.
Enlábiame como la tarde aquella,
La tarde endémica en que te amaba,
Como si yo fuese la piel,
Segunda,
De tu alma.
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