Ella era tan esplendorosa
Esbelta y reluciente
Que ante las demás doncellas
Era semejante a un clavel
En medio del espeso fango
Era como una luz sublime
En la más densa tiniebla
Los amigos tienden a cambiar
Según las circunstancias
Pero ella al pasar de los tiempos
Continuaba siendo dulce
Como una fruta madura
Tiempo antes de ver sus ojos
Yo estaba tan árido
Como la tierra tropical
Cuando hace días que no recibe lluvia
Con ella era imposible
Estar de mal humor
Porque ella con su sonrisa
Era capaz de rociar
Toda la totalidad de mi cuerpo
Hasta verlo reverdecer
Como una selva en el desierto
Y aunque pasaba el tiempo
Ella no dejaba de ser
La hermosa doncella
Que hace mucho tiempo conocí.
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