Y que más te puedo dar
Si arranqué mi vida misma
Y la puse a tus plantas
Para que fuera a tus ojos
Como ofrenda sagrada
De olor agradable.
Qué más quieres de mi
Si hasta llegué al extremo
De guardar mi virginidad
Con el único objetivo
De ser a tu rostro
Como ofrenda sagrada
De olor agradable.
Qué más puedo obsequiarte
Si destiné mis pensamientos
A un eterno régimen
Que involucraban indistintamente
Tus labios de niña presumida
Y tus pechos de mujer coqueta
Con el único fin
De ser ante tu presencia
Como ofrenda sagrada
De olor agradable
Si hasta mi misma voz
Mi respiración y mis latidos
Fueron fielmente orientados
Hasta el sol de entre tu vientre
Con la exclusiva meta
De permanecer ante ti
Como ofrenda sagrada
De olor agradable.
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