Aun no habían transcurrido
Los primeros quince días
Del segundo mes del año
Y ya habían transcurrido
Más de quince días
Desde que te habías ido.
Estaba siendo perseguido
Por el monstruo de la desilusión
Porque ya habían pasado
Mucho más de quince días
Desde que habías decidido
Abandonar mi cuerpo
Y dejarlo al pairo en alta mar
Y que las aves rapaces
Que surcan los cielos
Despedacen la carroña
En la que me he convertido
En menos de quince días
Porque te habías ido definitivamente
Y de tu partida han transcurrido
Mucho más de quince días
Que han pasado tan lentos
Y tan parsimoniosamente
Como un ritual de la muerte
Obligándome a contarlos
Como si no fueran indiferentemente
Los más fatídicos quince días
Que he vivido antes de mi óbito.
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