En la mañana,
Cuando el ala se levanta
Y el rayo esperanzador
Abre y su mirada lanza,
Voy bordando con mi ancla
Olas y orlas en la pleamar.
En un efecto búmeran
Vuelo a ras del fuego
Que avanza en el pasto,
Invicto y victorioso
Sobre todo lo malo.
He visto que la fruta madura
Indefectiblemente tiende a caer.
Por eso te amaré
Desde el inicio del día
Hasta el anochecer,
En una afectuosa jornada
De mimos, abrazos y ternuras.
Y así cada día por un día
Hasta el fin de la vida dura,
Mi vida que ya madura
Tarde o temprano deberá caer.
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