Meteoro de una sola noche
Cuyo efecto permanece
Imantado en mis pupilas,
Fue tu amor.
El rumbo más que errático
De mis ojos de camaleón
Persiguieron tu figura
Estación por estación.
El radar de mi pupila
Buscó en cada rincón
El rastro de tu cuerpo
Tras la fugaz aparición.
Luego llegaron los ecos
Día por día de tu voz
Hasta el caracol secreto
Que guardo en el corazón.
El sonar que llevo oculto
Por debajo de mi lengua
Busca hoy tus miradas
Igual que la mujer de Lot.
Y sé que en el fondo de tu mar
Buscas también el calor
Que sentiste al momento
De rasgar mi corazón.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario