Lo había previsto todo,
Pero no que tus mareas altas
Me arrastraran,
Ni que el dióxido escupido
Por tus estomas me tiñera
De verde la esperanza.
No preví que mi pelo
Se enredara
Entre tus ingrávidas algas.
No esperé a que tus besos
Fuesen como estrellas llovientes
Sobe mi almohada.
Quizás no me consideraba
Merecedor de los disparos
De tus cerbatanas,
Ni que tus dardos me dieran
Justo en el lado blando
De mi alma.
Lo había previsto todo,
Pero no que tus mareas altas
Me arrastraran,
Ni que el dióxido escupido
Por tus estomas me tiñera
De verde la esperanza.
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