Por más que he cavilado,
Casi al exagerado punto mismo
De que se devanen mis sesos,
No he logrado determinar,
Por qué con el solo hecho
De pensar en su nombre,
Ya mi débil composición
Se altera incontrolablemente,
Casi al extremo de la vergüenza.
He tratado de averiguar
Por qué de solo sentir
Sus ojos frente a mis ojos,
La piel se me ruboriza
Y se me encienden los ojos
Si observo detenidamente
Sus labios o sus pechos.
Por qué me lleno de nerviosismo
Cuando estoy al lado suyo
Y tiemblo como un poseído.
Por qué se me quiebra la voz
Cuando le hablo de cerca.
Y por qué respiro mucho mejor
Cuando pienso en su cuerpo.
Y aunque nunca llegue a descubrir
Por qué me pasa lo que me pasa,
Lo cierto es que procuraré
Estar junto a su persona,
Aunque así tenga que perder
El alma misma razonando,
Por qué me sucede lo que me sucede
Cuando estoy junto con ella.
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