Sí, todo lo que he dicho
Es tan justamente verídico
Como los rayos del sol.
Puedo dar mi fiel testimonio
De que ella es una luz
En medio de mi oscuridad,
Como una barcaza tranquila
En medio de mis tempestades,
La apacible bruma matutina
Que desplaza todas mis noches,
La sutil gota de rocío
Que amanece en mis despertares,
La desapercibida manta de estrellas
Que me cubre todos los atardeceres.
Porque todos y cada uno
De mis absolutos pensamientos,
Están firmemente fundados
En sus pechos femeninos,
En el rubor de sus mejillas,
Y en el candor de sus manos,
Capaces de hacerme volar
Como una pluma por los aires.
Porque es la coronación absoluta
De todos mis bienestares,
Y la más entrañable y sublime
De las musas que he visto.
Puedo firmar con mi sangre
Las declaraciones que he hecho.
Porque estoy tan seguro
De que ella es preciosa
Como se con precisión
Que su nombre es Priscilla.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario