Ella, señoras y señores,
Es la más hermosa doncella
De todo el universo existente.
Les aseguro con mi verdad,
Que si pudiera exprimir mi vida
Y a la vez también extraer
La sustancia de mi entendimiento,
Y la esencia de mi amor,
No duden ni un momento
Que lo haría con heroísmo,
En un acto desesperado
De tener por siempre conmigo
Su belleza de espíritu
Y su nobleza física,
Junto con lo atractivo
De sus modales de mujer.
Porque, ella señoras y señores,
Circunscribe entre su cuerpo
La singular excelencia
De un rostro tan bello,
Que solo unos ojos color café
Y unos labios tan sensuales
Como lo son los suyos,
Podrían ser la presentación
De un ser angelicalmente formado.
Porque ella, señoras y señores,
Es la encarnación de la estética,
El resurgimiento de la supremacía,
El prototipo de mujer hermosa,
Y el más perfecto ejemplar femenino
De que se tenga conocimiento,
Aún muchísimo más allá
De la extralimitada imaginación.
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