Las manchas que dejaste
En mi alma virgen
Fueron tan profundas
Y hechas con una marca indeleble,
Que he intentado todos los medios
Para borrarte de mi espíritu.
Pero parece que tus ojos
Petrificaron mi ser con su color
Y grabaron profundamente
Un número de propiedad privada,
Para hacerme pasar así
A la posteridad absoluta
Con las estampas de tus besos
En todo mi cuerpo.
Te aseguro sin temor
Que si tu fueras la bestia
De la que habla la Biblia,
Y tu boca el medio
Para sellarme eternamente
Con el número mortal,
Dejaría sin titubear
Que me sellaras para siempre.
Porque el placer de tu boca
Es mucho más enervante
Que la vida eterna celestial.
Porque puedo asegurar
Que las manchas que dejaste
En mi alma virgen
Fueron tan profundas...
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