La seducción que ejercen tus ojos
Con su resplandor y su misterio
Es medianamente comparable
Con los imperecederos diamantes
Que deslumbran a los mortales
Al despedir los destellos
Más hermosos jamás vistos
En tu mirada se encierra
Un enigmático secreto
Que me obliga a encontrarte
Por dondequiera que estés
Y a perseguir tus ojos
Como si fuese el viento
Persistiendo en perseguir
Las gotas de agua de lluvia.
Es tan impresionante tu mirar
Que es totalmente intolerable
Pasar por alto tan excelsa presencia
Porque tus ojos emanan
Una luz muy apacible
Y que queda fielmente impregnada
En lo profundo de la mente
De quien te observa con el fin
De recrear sus ojos en tus ojos
Y que en este caso soy yo
El que se dio cuenta
De la colosal fuerza
Que posee tu mirada
Capaz de cambiar la conducta
Del más terco y pesimista
De los habitantes del planeta.
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