Los recuerdos que tengo de ti
No le hacen daño a nadie,
Así que puedo guardármelos
Como patrimonio de mi juventud.
Estarán perpetuamente
Guardados en un baúl
En lo profundo de mi corazón,
De vez en cuando los sacaré
A que les dé la luz del sol,
Para que no se marchiten,
Al paso del tiempo,
Cuando envejezca sin remedio,
Me servirán de aliciente
Para continuar viviendo,
Allí permanecerán eternamente
En la bóveda de mi corazón,
Hasta que la muerte venga
Y me los arrebate de las manos,
Estará guardada allí
Tu dulce y cálida mirada,
Tu sonrisa mágicamente formada
Por tus labios de niña
Y el rubor cándido y sincero
De tus jóvenes mejillas,
Guardaré en un suburbio
El estereotipo de tu cuerpo,
Para cuando sea tiempo de vejez
Hacer encender mis pupilas
A causa de los gratos recuerdos,
Que he declarado atinadamente
Como patrimonio de mi juventud.
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