Si supiera
Que al tomarme
Todas estas narcóticas píldoras
De desidia que me das
Yo quedaré inconsciente
A este grande amor
Que por ti siento,
Una sobredosis
Me daría como la Monroe,
Y renunciar a la nada
Que me sirves en porcelana
Azul y blanca decorada.
Yo no quiero
Edredones de seda
Perfumadas con tu desamor,
Prefiero la sonrisa cálida
De los tugurios
El ardor de los cuerpos
En simultánea autocombustión,
Los besos furtivos,
El toque de manos,
Ese roce entre dicho
Que me impulsa
A navegar sin brújulas,
Ni mapas, ni astrolabios.
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