Todo estaba develado
Ante los diamantes eternos
De tus serenísimos ojos:
Yo que tuve
El corazón fragmentado, pero no roto
Unos labios delirantes, pero no decaídos
Esperando a que el más anhelante suspiro
Saliera de tu pecho,
Al mismo momento
En que de mis cuerdas vocales
Salía mi trino.
Tuve la esperanza maltratada, pero aún firme
Mi porción de ilusión malgastada, pero aún vive
Y las plumas de mis alas magulladas, pero soy libre.
Porque me liberó el saber
Que tu amor en mí
Será bálsamo fresco,
Ungüento de mentas
Sobre mi espíritu cansado.
Por eso quiero
Que un carruaje en llamas
Como el del profeta Elías
Venga y me lleve a tu lado
Y me restablezcas
En el mismo acto del aterrizaje
Tu reconfortante amor.
Porque tuve
Un corazón fragmentado, pero no roto
Unos labios delirantes, pero no decaídos
Esperé a que el más anhelante suspiro
Saliera de tu pecho,
Al mismo momento
En que de mis cuerdas vocales
Saliese mi trino.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario