Una margarita en tu boca
Me trajo la fortuna
Un día por la mañana
En que yo estaba solo
Caminando al borde
De la alborada.
Un clavel entre tus labios
Me trajo la ternura
Un día por la tarde
En que yo soñaba solo
Errando al borde
De la nada.
Y en la noche
Una rosa
Me brindaste
En tu sonrisa
Llena de luces.
De fortuna
Y de ternura
Un gigantesco
Ikebana
Florece
En tu boca inmaculada.
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