El mar se extiende
Como una blanca tabula rasa
Y esta noche la luna llena
Emerge en su esplendor.
Sin embargo, en mi interior,
Una pena me rasguña.
Te he llamado por los desiertos,
montañas, ríos,
Lagos, bosques,
Valles e islas,
Pero el eco de tu voz
Aún no ha acariciado
La espiral de mi oído.
Mi llamada,
Como un búmeran,
Solo percibe el retorno
De mis propios susurros.
No quiero que la tristeza
Se deslice como niebla
En el equilibrio
De mis nervios.
Mi mar es como un lienzo
De papel esperando
Ser escrito
Por tu mirada serena
De luna llena.
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