El pasar de los años
Y la decepción del amor,
Hicieron que mi corazón
Se forjara un armazón
De madera madura.
Y vino a ser que se encontraron
Tu flama y mi nervadura,
Tu llama y mi piel dura,
Tu fuego y mi sutura.
Sin piedad se vio expuesto
A tu dolor mi encarnadura,
A tu ardor mi armadura,
A tu lengua mi quemadura.
Entregué más que vencido
A tu sol mis ataduras,
A tu relámpago mis penumbras,
A tus estrellas mi noche pura.
Mi corazón de madera madura
Devino polvo ante la estela
De delirios que llevabas
Atada a tu cintura.
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