El punto de partida
Es la frontera de mi aura.
No sirve el instinto de escapar,
Si a donde quiera que vaya
El aire de debajo de mis alas
Lleva el aroma de tu piel.
Mil inviernos y primaveras,
Veranos y otoños,
Pasan su etéreo radio
Como un invisible rayo
Sobre el círculo de la tierra.
Espero que este infierno
No sea eterno
Y que me indiques
Que regresas.
Ardo entre las llamas
De la soledad.
Me subyuga la fuerza
Que obliga a la migración
De los pájaros y las bestias.
El magnetismo que me atrae,
Trae la urgencia
De salir hacia tu norte,
Las alocadas brújulas
Que orientan mis pasos
Ven el sol salir por tu oriente.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario