Se secan las fuentes
De la sal de mi mar,
Se fue la dulce ninfa
Que mora en tu mirar.
Cuando el metal
Y el timbre de tu voz
No se oyen
En los predios de mi solar,
No sé qué hacer
Para apaciguar
Mi letanía perpetua,
El tañer en mis endechas,
Mis elegías sin fecha,
Mis quejidos,
Mis jeremiadas,
Mis hondas turbulencias.
Me indago sin respuesta
De cómo voy a vadear
Las mil oleadas de soledad,
Sin la sal de tu mar,
Sin amor en tu mirar.
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