Lo extraño, lo loco,
Lo raro, lo insólito,
Lo único, lo singular que hago
Es arder como la estopa
Que humedecida en brea
Es alcanzada
Por la chispa interestelar
De tu mirada.
Y correr en dirección contraria
A las manecillas del dolor
Que tiernamente me refugian
En la ilusión de que profundo
Me amas.
Y crecer como raíz adventicia
Que infinita se alarga
Sobre el pasto perenne
Que me implantas
Cuando exánime doy
La postrera bocanada.
Sin contar con que arderé
En combustión espontánea
A la menor señal
De que no me amas.
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