Nada más siniestro
Que una isla sin verde
En el medio del mar.
Solitaria,
Ni más desasosegante
Que una estrella
Descendente
En la vía láctea.
Apagándose,
Ni más angustiador
Que una sedienta gota
De rocío en la mañana.
Extinguiéndose,
O más vulnerabilizante
Que un pétalo
De diente de león
Que errante vaga.
Dispersándose.
Así me percibo hoy,
Que has desanclado
De tu puerto
Mi miríada de miradas,
Así me siento hoy,
Que has desconectado
De mi cuerpo
Las lumbreras
Con que me animabas,
Así me siento hoy,
Que has sometido mis sueños
A esta contravida
Desconcertada.
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