No hay un tratamiento específico
Para el estado de amargor
Con el que impregnaste
Con tus vientos del norte
Esta carpa de mi circo.
Al sonar de tus trompetas
Quedó revelado mi enigma.
El misterio de mi interior
Develado por tu lengua.
Tu fuego arrasó
Mi delicia.
Ahora sólo contemplo
El espectáculo de mí mismo.
Yo batallo con gigantes
Molinos.
Mi teatro está en llamas
Y tu risa estalla
En olímpicas carcajadas
Mientras recojo
Como un bufón de palacio
El silencio en lugar de aplauso
Que se te sale del alma.
Lo que quiero decir es
Que tu desdén es ajenjo
Y toda mi vida va en descenso.
No hay un tratamiento específico
Para el estado de amargor
Con el que impregnaste
Con tus vientos del norte
Esta carpa de mi circo.
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