Tú rozaste con tu ala
La absoluta calma
De mis aguas
En mi mar sin olas,
En mi vida de sosiego,
En mis días sin nada.
Como insectos patinadores
Iba yo en equilibrio
Por la superficie
De mi cama.
En un tránsito tranquilo,
Un pasaje de bonanza,
Templado en mi silencio,
Sereno en mi templanza.
Sin disturbios
Ni torbellinos
Que asociasen mi destino
Con cualquier tema
De exceso o desesperanza.
Todo en mi era mutismo
Absoluta quietud inquebrantada.
Pero tú rozaste con tu ala
La absoluta calma
De mis aguas
En mi mar sin olas,
En mi vida de sosiego,
En mis días sin nada.
Y así, como la pororoca
Deviniste géiser,
Torbellino,
Tormenta huracanada,
Olas demenciales
Que llegaron a mi playa,
Deshaciendo mis glaciares,
Provocando erupciones
En mis dormidos volcanes.
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