La severa tempestad invernal
Que azotó mi cuerpo
Al momento de abrazarme
A tu curvilíneo cuerpo
Dejó esparcido un extraño sabor
En los sótanos de mi alma
Porque pensé que tu ser
Sería tan paradisíaco
Como el antiguo jardín de Edén
Pero con el impacto de tu ser,
Mi ser ingenuo naufragó
Ante las vastas oleadas frías
Que salían de tu ser,
Tus besos alúdicos fueron
En mi ser desenfadado
Como piedras de molino
Que ataste a mi cuello
Con el único fin
De ver mi frágil barcaza
Volar batida por los vientos,
Y aunque es tan hermoso
Tu curvilíneo cuerpo,
Es tan frío y truculento
Que al momento de abrazarte
La severa tempestad invernal
Que azotó mi cuerpo
Dejó esparcido un extraño sabor
En los sótanos de mi alma.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario