De seguro que me desmorono
Si me besas con tus labios
Porque el deseo que tengo
De tener en mi cuerpo
Tu cuerpo acunado
Me ha vuelto tan frágil
Como un cristal fosilizado
Y se ha consumido la fuerza
De cada uno de mis músculos
A causa de la desesperación
Que martilla sin control
Cada uno de mis sentidos
Porque mis ojos deliran
Como los de un moribundo
Por observar detenidamente
Tus hermosos ojos
Y mi olfato permanece
Tan angustiadamente parsimonioso
A la espera de recibir
El aroma genuino
De tu cuerpo virginal
Y mis oídos están atentos
A cada leve pisada
Y a cada respiración
Que salga de tu ser
Para pretender atrapar
Con mis manos desnudas
El hálito de aliento
Que se desprenda de ti
Y mi boca y mis manos
Están hechas un infierno
Esperando la gloria inmensa
De saborear tu cuerpo
Para entonces así restablecer
La ruina que ha llegado a ser
Mi destartalado ser.
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